La poesía es ritmo, cadencia y la expresión escrita de un espíritu avasallador mayormente callado, reprimido y limitado por el mundo físico… mental… el contexto social… las creencias de una sociedad ya de por si dividida y enferma que no lo comprenden. El espíritu declama, a través de cortos instantes de conexión con Dios, la viva prueba de lapsos de iluminación que nunca vuelven, de felicidad pasajera, de odio que pronto se olvida, de lágrimas secas por el viento, de amores imaginarios, de seres amados, de duras despedidas, de sueños, de experiencias, de fracasos, de alegrías, de grandes aprendizajes en la forma más sublime: un poema.
Un poema de amor por 90 días de soledad es el desnudo de mi alma que, durante periodos de soledad, lograba conectarse y sanar a través de cada uno de estos poemas que arman uno a uno el rompecabezas de mi vida aún no completado.
Sentirte uno con el todo es posible a través del arte en cualquiera de sus formas y eso es parte de la maestría de vida que cada uno de nosotros está cursando; solo es cuestión de echar a volar la mente, sentirte, soñar para descubrirlo.
Te invito a recorrer con métrica y rima un poco de mi historia convertida en poesía.