La edición crítica del 'Discurso hispano político sobre el estado presente de la Monarquía' escrito por José Arnolfini de Illescas en 1662, no sólo ha facilitado un mayor conocimiento sobre este autor, sino que el manuscrito concebido en la delicada coyuntura de mediados del siglo XVII, ha contribuido a aclarar la posición de España, dentro del contexto de la llamada 'decadencia', en el panorama internacional europeo. Sin ocultar la frágil situación de la Monarquía -bajo la que se intuye la inquietud por el gobierno personal de Felipe IV al morir Haro-, el análisis del 'Discurso' ha puesto de manifiesto cómo el poder que sustentaba obligó a los diferentes estados europeos, por unas u otras razones, a la continua vigilancia de su evolución política. Así pues, la mirada de Arnolfini, diplomático acreditado, es un revelador ejemplo de que la Monarquía Católica seguía siendo tras el tratado de los Pirineos, y pese a la innegable pérdida de su hegemonía, de enorme significación en Europa.