Holan, cuyos versos en general son breves, a veces emblemáticos, nos dejó estos dos inmensos poemas,
Una noche con Hamlet y toscana, que no sólo por su dimensión, sino por su hondura y belleza, son comparables a las
Elegías de Duino, de Rilke, y a los
Cuatro Cuartetos, de T.S. Eliot, todos ellos trayectos firmes en pos del momento revelador, que ofrecen posiciones complementarias; todos ellos orientados hacia la luz, una luz que es la luz naciente, la del instante del alba, que, como es sabido, equivale a una resurrección.
Clara Janés