Mi miedo aumentó e invadió cada parte de mí hasta hacer lazos casi irrompibles con el frío y la soledad extra que me diste. Estaba perdida y me sentía ardiendo en ese gélido lugar. Pero ahora, ahora mi corazón y yo estamos enfadados. No nos has destruido, nos has vuelto más fuertes.Ahora, hijo de puta, tiembla.