Consumidos por las tinieblas.
Devorados por el fuego.
Yo soy el fuego es un vertiginoso viaje hacia lo más sombrío de la
miseria humana. Sus personajes se embarcan en ruines empresas ignorando
que son marionetas de seres superiores. Beatriz y el Dragón portan la
luz imperecedera del fuego, único elemento capaz de combatir la
oscuridad; ese fuego que calcina y carboniza, pero que también sana y
purifica
«Mientras, la mirada del Dragón se pierde en una gran masa pirotécnica,
que parece penetrar con sus pupilas abriendo en el medio de ella un
enorme orificio. Y allí está otra vez el aro mágico iluminando la noche,
un gran cerco incandescente que parece aguardar al gigantesco tigre que
lo atravesará de un salto, perforando el centro del aro con su cuerpo
brillante».
Reseña:
«Con una prosa impecable y un manejo virtuoso de los distinto puntos de
vista, Oscar Vela nos introduce en el mundo de personajes que queremos
conocer de inmediato. Difícil dejar de leer su novela hasta no responder
a ciertas preguntas: ¿Qué será capaz de hacer Ramiro Leone? ¿Quién es
ese joven que salvó su vida gracias a la biblioteca de El Tata? ¿A quién
le habla el narrador en segunda persona? Pero sobre todo, ¿qué
representa el fuego para todos ellos?».
Claudia Piñeiro