CAROLE MORTIMER
Eran jóvenes, bellas, viudas… y duquesasRupert Stirling, duque de Stratton, llevaba desde hacía tiempo el apodo de Diablo . Y se lo había ganado a pulso gracias a sus asombrosas hazañas dentro y fuera de la alcoba. Pandora Maybury, duquesa viuda de Wyndwood, era incapaz de cualquier osadía, aunque (...)