Martínez De Pasqually
En el extraño fin del siglo XVIII que vivió William Law frente a Hume, Swedenborg frente a Kant, Saint-Germain, Mesmer y Cagliostro frente a Rousseau, Diderot y Voltaire, mientras en toda Europa se extendía una infinidad de sectas y ritos, y tanto las ideas más vanas como las más sublimes (...)