JUAN BARRENO VILLAR
El detonante fue sin lugar a dudas la muerte de mi mejor amigo, Rafael Rodríguez Rubio, que todavía ahora, en esta insalvable distancia y sin retorno que es el tiempo, y unido a otra serie de factores afectivos, me consterna, como una caída libre, sin límite, como un viaje al centro del dolor que (...)