María Isabel Muñoz Sotés
Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... ¡Ahora! Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis... ¡Ahora! Uno, dos, tres...El faro de Villa Real de Santo Antonio, al otro lado del Guadiana, había iniciado su actividad a las nueve y cuarto. El sol se acababa de caer al mar dejando el cielo teñido de rojo y una (...)